Los seres humanos somos capaces de encontrar objetos con el tacto en la oscuridad gracias a la complejidad de nuestro cerebro, que almacena información de tal manera que puede ser recuperada por diferentes sentidos. Esta integración multisensorial nos permite formar imágenes mentales del mundo y apuntala nuestra conciencia. Es una habilidad bastante excepcional, ya que este reconocimiento visión-tacto solo lo compartimos con simios, monos y ratas, mientras que los delfines utilizan la visión y el oído y algunos peces, la visión y el sentido eléctrico.
a través de Descubren en las abejas una capacidad sin precedentes